Son aquellas expresiones, formas de actuar, estereotipos, comportamientos cotidianos entre hombres y mujeres que evidencian, aunque no sean visibles para muchas personas, la existencia de prácticas de dominación de los hombres sobre las mujeres en la vida cotidiana, más o menos sutiles y más o menos aceptadas socialmente, ya sea en el ámbito doméstico, laboral, social, cultural… Pero los micromachismos también “se pueden curar”, y para ello uno de los primeros pasos es la de visibilizarlos, reconocerlos para poder cambiarlos. Saber que existen, que están ahí, y que todas las personas, tanto mujeres como hombres, podemos actuar para eliminarlos de nuestras vidas.
