Ponemos la vida en el centro

Uno de los ejes de trabajo de la Asociación Vecinal la Flor es el de la sostenibilidad de la vida y del planeta, pues aunque van juntas desde siempre, parece que solo en las últimas décadas nos hemos ido haciendo más conscientes de la emergencia climática, de la pérdida de biodiversidad, los mares y océanos contaminados, la falta de agua potable, la falta de lluvias… y de que esto tiene mucho que ver con nuestra actuación depredadora de los recursos naturales para satisfacer un estilo de vida que nos hemos dotado, especialmente en los países del norte, a través de un sistema económico que no tiene en cuenta más que su propio beneficio.

En este marco, la Asociación, además de facilitar y apoyar la iniciativa vecinal de La Retienda (reutilización de ropa y accesorios), y la iniciativa de la Biblioteca Comunitaria (recepción y donación de libros), ambas en el Centro Comunitario Guatemala, ha dado su apoyo y colaboración a la cooperativa participativa de consumo sostenible LA OSA, que se encuentra en las cercanías.

También en este marco, cuando requerimos apoyo profesional para el desarrollo de programas, acudimos a las empresas de la economía social y solidaria que se encuentran en el Mercado Social de Madrid que, a su vez, forma parte de la red estatal REAS (Red de Redes de la Economía Solidaria), y que acaba de sacar un Manifiesto por la Economía Solidaria.

Un Manifiesto que reproducimos a continuación y que la Federación Regional de Asociaciones Vecinales y la AV La Flor, ya hemos firmado, junto a muchas otras entidades.

Manifiesto por la Economía Solidaria

Las propuestas de la Economía Solidaria hacen frente al desarrollo de una economía capitalista, financiarizada y alejada de la economía real, centrada en el crecimiento ilimitado de la producción y el consumo al margen de sus efectos sociales y ambientales. Su único objetivo es el lucro y la maximización de beneficios, lo que produce precariedad, pobreza y desigualdad insostenibles. Se trata de un sistema no sólo económico, sino sociopolítico y cultural, basado en relaciones de desigualdad y exclusión por motivos de género, orientación e identidad sexual, edad u origen.

La Economía Solidaria es una visión y una práctica que, dentro de la Economía Social, coloca los procesos de sostenimiento de la vida en el centro de la actividad socioeconómica, situando a las personas, comunidades y entorno ambiental por encima del capital y de su acumulación. Este modelo promueve y desarrolla iniciativas alternativas en todas las esferas del ciclo económico (financiación, producción, comercialización y consumo), desde valores relacionados, entre otros, con la cooperación, la reciprocidad, la autogestión y la solidaridad. Todo ello desde una perspectiva transformadora que persigue construir economías más comunitarias, democráticas, equitativas, inclusivas y sostenibles. Economías, en definitiva, feministas, ecológicas y solidarias.

En este contexto, reivindicamos la transición hacia nuevos modelos en los que los seis principios que presentamos posibiliten la generación de iniciativas, espacios y redes económica y socialmente transformadoras.

EQUIDAD

La equidad incorpora la justicia y la diversidad al objetivo de igualdad. Supone reconocer la igualdad de oportunidades, condiciones y trato, a la vez que establecer un reparto justo de obligaciones, recursos y responsabilidades bajo los principios de universalidad y singularidad.

TRABAJO DIGNO

Mucho más que un empleo o una ocupación, el trabajo es toda actividad humana que hace posible la vida, reconociendo así los trabajos en plural, productivos y reproductivos, profesionales y voluntarios, remunerados y gratuitos. En base a nuestra interdependencia y ecodependencia, entendemos básico para nuestra supervivencia los trabajos de cuidados entre las personas, comunidades y con el planeta, situándolos como prioritarios para la organización social.

SOSTENIBILIDAD ECOLÓGICA

Reconocemos la naturaleza como sujeto de derechos, colocando a los seres vivos y a la reproducción de la vida en el centro de todo proceso social y económico. La sostenibilidad ecológica es, en base a la ecodependencia de toda actividad humana, un principio central del compromiso con la sostenibilidad de la vida y de la necesidad de asegurar la supervivencia de todos los seres vivos dentro de los límites biofísicos del planeta.

COOPERACIÓN

La cooperación es un elemento central para la construcción de relaciones económicas colaborativas, democráticas y transparentes, una propuesta de autoorganización, basada en el apoyo mutuo y la solidaridad, dirigida a la satisfacción de necesidades y al logro del bien común.

REPARTO JUSTO DE LA RIQUEZA

Entendemos la riqueza como el conjunto de elementos materiales, sociales, culturales y naturales que determinan la capacidad de una comunidad para atender las necesidades de sus integrantes en el corto, medio y largo plazo. Así, su justa generación, distribución y conservación se convierte en una estrategia colectiva necesaria para la reproducción y la sostenibilidad de la vida. Esto implica resignificar el uso y el valor del dinero como un instrumento para una economía real de base comunitaria que nos permita construir sociedades equitativas, inclusivas y autónomas.

COMPROMISO CON EL ENTORNO

El compromiso con el entorno supone colaborar y articularse con el resto de los agentes que conforman el tejido socioeconómico. Implica la promoción y el impulso de modelos de producción, distribución y consumo centrados en el territorio, desde donde construir propuestas comunitarias de mejora y una agenda de transformación ecosocial que transite de lo local a lo global.

FIRMA AHORA

Este artículo fue escrito por avlaflor